jueves, 30 de mayo de 2013

Mal educada

Desde hace mucho tiempo vengo pensando en todas las falencias del sistema educativo en mi país (me imagino que en los demás países también habrán problemas varios al respecto pero yo hablo del que conozco).
Está mal la manera como nos enseñan, como nos educan. Están mal los métodos, los contenidos, las evaluaciones, los docentes. Hay mucha tela por cortar en cuanto al tema educativo pero hoy quiero mencionar brevemente 2 situaciones en particular que me molestan sobremanera:

1. Los malos profesores.
La docencia es una profesión hermosa, mágica. Tener la oportunidad y la capacidad de transmitir conocimiento, de abrir los ojos, de enseñar algo nuevo o complementar o cambiar ideas ya formadas tiene que ser una experiencia única y maravillosa. Desafortunadamente no todos los docentes se toman su trabajo muy en serio ni todos son concientes de la importancia de su rol.
En la universdidad me he encontrado con maestros excelentes. Personas que con su ejemplo dentro y fuera de clase me han sorprendido y me han hecho reflexionar y ser mejor estudiante y mejor persona. Profesores que deslumbran, que entretienen, que logran volver a despertar esa curiosidad infantil tan necesaria y tan olvidada en la educación superior. Docentes que te hacen madrugar con gusto y asistir con ganas a clases de las que sales satisfecho, cuestionado, feliz.  Sí, los he encontrado y gracias al cielo aún existen, aunque son pocos, porque sin ellos el proceso educativo sería realmente insoportable.
Pero también a menudo me cruzo con seres mezquinos, amargados, hostiles y, en especial, malos pedagogos. Ahh...qué desagradable es abrir los ojos a las 5....5: 30 de la mañana y saber que debo abandonar el nido para ir a verle la cara de sapo envenenado a algún desdichado individuo que no disfruta su trabajo ni lo hace bien. Tener que escuchar horas y horas de una retahila memorizada que lleva años sin ser modificada, sin que cambie un punto, una coma. Diapositivas aburridas, desactualizadas, sin un dibujo o un esquema, sin una pizca de emoción. Para ensombrecer un poco más el panorama, son este tipo de docentes los que resultan con un "quiz sorpresa" o ni tan sopresa pero que resulta ser más una herramienta terrorista para atemorizar y frustar sus estudiantes que un método evaluativo.
No entiendo porque existen tantos malos maestros en las universidades. Debería existir un mejor filtro. Si a los estudiantes se nos exige a los maestros se les debería exigir por igual, incluso más. No es sólo cuestión de saber mucho porque puede tener 3 doctorados en su área y otra infinidad de títulos académicos pero si no sabe cómo llamar la atención del estudiante, cómo cautivarlo y transmitirle realmente el conocimiento, no está en nada.  Tristeza y frustración me produce el encuentro con dichos personajes. Siento que pierdo mi tiempo cada que debo asistir a una materia mal dada y lo peor del caso es que uno..o al menos yo... tiendo muchas veces a juzgar la materia entera por culpa de un mal docente. Le cojo pereza y generalmente olvido casi todo lo supuestamente aprendido al poco tiempo de acabarla. Mal.

2. Las evaluaciones.
Todas en general. Quices, talleres, exámenes y sobre todo, parciales finales.
Hablaré desde mi pequeña experiencia, desde "mi área". Estudio medicina y en estos últimos semestres de la carrera la mayoría de las materias que curso, duran un mes. En ese mes debo absorber gran gran cantidad de datos teórico-prácticos y de conocimiento que luego me evaluarán con un examen generalmente escrito y, la mayor parte de los casos, acumulativo. Es decir, todos los temas vistos en un mes (¡y a veces son bastantes!), embutidos en un solo examen de 5 a 30 preguntas (abiertas o cerradas dependiendo del profesor). A la semana previa a dicho examen final, se la conoce en mi universidad como "semana de final de rotación" y es una verdadera pesadilla.  Se ve de todo, como en todas partes, desde el estudiante que todo le vale huevo y no toca un libro ni un cuaderno en toda la semana y que desafortundadamente termina muchas veces aprobando mágicamente la materia....hasta la estudiante (generalmente son mujeres) súper aplicada que no descansa un minuto, trasnocha varios días seguidos, se ve ojerosa, agotada y que llega el día del parcial con el semblante propio de un enfermo terminal. Tenaz.
Yo considero que estoy en el medio, intento cogerla suave pero siempre estudio y mal que bien tantos años de amor por la lectura me han dado una pequeña ventaja y es la comprensión rápida de lectura. No necesito matarme mucho para entender ni memorizar pero aún así esa última semana es desagradable.
Se ven caras tristes, cansadas, preocupadas. Las cuentas van y vienen....cuánto me falta para pasar...qué pasa si pierdo el examen, no he empezado a estudiar, no voy ni en la mitad, voy a volver a perder la materia... mehhh  Deja de importar si realmente entendí, aprendí y sólo importa si pasé (aprobé)  ¡No debería ser así!  El último día de una materia debería ser motivo de alegría, debería ser un evento esperado, anhelado. Descubrir a conciencia si uno aprendió o no lo que debería haber aprendido durante ese tiempo. No deberían existir esos terribles parciales finales. El método evaluativo debería ser una charla, un juego, un ejercicio práctico lo más ameno posible. ¿Cuánta gente muy inteligente y buenos estudiantes no terminan cagándola en los exámenes? Se llenan de nervios o simplemente de mala suerte y sacan unas pésimas notas que nada reflejan el resto de su proceso ni su conocimiento real de los temas estudiados. Conozco varios casos.
No sé, me parece, como dije al principio, que está mal planteado casi todo en la educación.
A mí me gusta enseñar...hasta ahora sólo lo he hehco a pequeña escala...con mis hermanos, con compañeros de la U, con amigos...pero algún día creo que me gustaría ejercer un tiempo como docente y espero recordar todo lo que hoy en día me molesta para no caer en la cómoda trampa de repetir los errores.
Y bueh...como para no terminar tan en seco (como suele pasar) dejo el link de un documental que me gustó y que planeta otro tipo de sistemas educativos que me parecen mucho más enriquecedores y de los que me gustaría hacer parte alguna vez.

http://gnula.biz/la-educacion-prohibida.html