domingo, 25 de enero de 2009

Primero Tú.


Frío y agua. Me apagaste. Necesito mis llamas porque sin ellas no puedo reducir a cenizas mi locura...no puedo renacer. No sé exactamente qué espero y aún así siento que espero en vano. Mis lágrimas no te conmueven.
Y llevan tu nombre..
pero mueren huérfanas entre los pliegues de mi ropa.
Nadie las ve, nadie las prueba, nadie las toca.
"Pasa el tiempo y ahora creo que el vacío es un lugar normal."
Me humillas y me dejas escapar como sal entre tus dedos.
No despiertas. Ni siquiera el estruendo que hacen mis sentimientos encontrados al colisionar, te saca del letargo egoísta en el que te refugias.
Verde consuelo que reemplaza y supera mis abarazos, mis palabras, mis esfuerzos.
No estás para ayudarme a mantener cerrada mi caja de Pandora. Todos mis demonios han salido a celebrar.
Estoy cansada de tantos agujeros negros,
de placebos, de propuestas, de piropos.
Cansada de somatizar mis dolores y,
de que mi cabeza
pague siempre los platos rotos.
La realidad se ríe a carcajadas en mi cara.
Daniela
25/02/09

viernes, 23 de enero de 2009

TresdieZpm

Una vez más me encuentro sentada frente al computador con muchas ganas de escribir y aún así no fluye nada. Lo intentaré al menos. Creo que me hace bien.
Y sí, el 2008 terminó entre ajenos fuegos artificiales que opacaban las estrellas por breves instantes, reveladoras noches de jacuzzi y buena comida. No me quejo. Hasta un "año viejo" quemé y con él espero que en verdad se hayan quemado varias cosillas del 2008. No fue un año para recordar. Por supuesto que tuvo momentos agradables pero no fueron suficientes como para balancear el asunto. En fin. Se acaba ya el primer mes de este nuevo año. Completé mi vigésima vueltica al sol. Subí de piso en medio de una mezcla entre curiosidad y temor. Soplé las velas (que no tuve) deseando cambios importantes en mí y en mi vida. Veremos.
El "niño dios" me estafó. Me porté bien pero no me trajo lo que le pedí. Así es la vida.
Empecé el año con un nuevo secreto. Eso me gusta. Hace mucho no tenía un secreto, uno mío. Hace rato venía llenándome los bolsillos con secretos ajenos, lo cual no está mal porque me doy cuenta que al menos, en parte, logro despertar la confianza de la gente, logro importantísimo y útil para mi supuesta futura profesión pero ya era hora de experimentar un secreto propio.
Ahí está, me lo encontré detrás de un par de espejos y eso es todo lo que mi excitado egoísmo me permitirá revelar por ahora. Shhh
He vuelto a soñar...pasé varios días sin recordar nada de mis fascinantes mundos oníricos. Anoche soñé con un avión y algunas fallas técnicas...y mis extraños hermanos...y gente mal educada...y yo haciendo de conciliadora con el "capitán" y en fin... no fue un gran sueño pero espero que sea el comienzo de una nueva racha de sueños alucinantes y proféticos.
Días de poco amor filial, relaciones paralizadas, espejismos de placer, cerveza, verdes experimentos, amigos que se ven, amigos que se van, descanso...mucho descanso y bien merecido al parecer porque el semestre que viene pinta bastante complicado. Olvidé hacer mis propósitos de año nuevo pero de haberlo recordado este habría sido uno sin duda: mantener la constancia y el entusiasmo académico hasta el final del semestre y si es posible hasta el final del año porque cuarto semestre también tiene cara de limón. Ahhh... se puede...se puede. Debo buscar ejercicios para el pulso también.
Y bueno..no sé qué más escribir hoy. Estoy como un champiñón en mi casa...deliciosamente sola. Como me gusta estar sola...
No estoy alegre ni estoy triste tampoco. Me dedico únicamente como a estar y a esperar que sea más tardecito para verme con gente que hace rato no veo. Esperemos que funcione.
Sí, creo que esto fue todo por hoy. ( Para más información, consulte a su glándula pineal...jajaja Sebas, un éxito eso....es más.. creo que me pondré a leerlo justo ahora...)

Daniela
23/01/09

jueves, 1 de enero de 2009

ABC


Aprender es tan complicado. Pongo tanto empeño en hacerlo bien pero constantemente me pierdo. Hay ocasiones en las que, sinceramente, no tengo idea cómo actuar, qué elegir, qué decir, qué callar, qué pensar. No quisiera equivocarme, tengo miedo de decepcionarme hasta el punto de perder la fe y la confianza en mí misma.
Tampoco quisiera lastimar a nadie en el proceso pero la vida insiste en demostrarme que no es posible y que no importa lo que haga o el esfuerzo que le ponga, siempre se abrirán ciertas heridas, siempre despertaré índices inquisitivos y sonrisas y suspiros y lágrimas. Vida.
Ojalá tuviera en quién apoyarme para comparar. Por desgracia las cosas más importantes que deben aprenderse en la vida no cuentan con un profesor que guíe, corrija, discipline y te haga saber cuando lo hiciste bien, cuando realmente "aprendiste". Hay que recorrer esos extraños caminos solo. Caigo víctima del pánico cada vez que encuentro una bifurcación inevitable en el sendero y mi intuición sencillamente se congela. Debo elegir. Son necesarias las decisiones y soy responsable de sus consecuencias. Se vuelve tan doloroso caminar a veces. Cada paso puede ser tan peligroso y a la vez tan satisfactorio. Se requieren nada más un par de días en contacto con la naturaleza para restaurar ese cordón umbilical que nos une a la vida, a este mundo tan increíble, a la gente, a las relaciones, a las pasiones, a los pensamientos más vitales y primitivos. Es en verdad maravilloso respirar aire fresco en una noche silenciosa y plagada de estrellas y ver de que manera, casi como por arte de magia, la mente se aclara en oposición a la oscuridad presente y los pensamientos surgen diferentes, metamorfoseados. Momentos reveladores que no sé por qué insisto en desmenuzar tanto. ¿Debería aceptarlos así no más? ¿Debería analizarlos una y otra y otra vez al igual que analizo todo lo demás que sucede en mi vida? ¿Me estoy acaso complicando demasiado? No sé. No sé. No sé.
Ay.
Pero es bonito. Lloro. Me siento viva. Ansiosa por mejorar, por descubrir, por entender, por sentirme satisfecha con mi vida y mis elecciones.
Debo perderle el miedo a los contrarios. No sólo el miedo sino también el aparente odio. Debo ceder sin sentirme tan perversa, tan culpable, tan paralizada. No puedo ser sin los contrarios. Lo que he venido haciendo no es relamente justo y al parecer tampoco sano. Debo darme una oportunidad. Varias. Debo recordar y proyectar.
Práctica, más práctica y más tranquilidad.
Take it easy, D. Enjoy your trip.

Daniela
1/01/09