Hoy siento miedo.
Miedo a que un mundo prefabricado y epidérmico como este me moldee a su antojo.
Miedo a mi incapacidad de expresarle mi cariño y admiración a la persona que dejó mi aborto en mis manos.
Miedo a seguir alejándome de los poquísimos seres que me han permitido llorar a su lado sin interrogatorios inoportunos.
Miedo al abuso.
Miedo a la violación de mi conciencia.
Miedo a que el rechazo que siento ahora por ti crezca.
Miedo a mi debilidad académica.
Miedo a mi subterránea autoestima.
Miedo a sembrarme.
Miedo a partir.
Miedo a haberte encontrado, tal vez, demasiado pronto.
Miedo a no tener tiempo suficiente para conocerte.
Miedo a las razones que justifican tu hermetismo.
Miedo al posible arrepentimiento de mis renuncias.
Miedo al sacrificio asexual.
Miedo a las sierras.
Miedo a mis rodillas.
Miedo a mi ingenua confianza y a mi vulnerabilidad ante el engaño.
Miedo a aferrarme demasiado a un futuro que se aleje inevitablemente del mío.
Miedo a seguir perdiendo tiempo.
Miedo a perder más ganas de vivir.
Miedo a la gravedad.
Miedo a la eterna juventud que acecha en cada rincón.
Miedo a la luz.
Miedo a mis surcos.
Miedo a mis circos.
Miedo a ver mi maldita inseguridad reflejada en mis mejillas.
Miedo a tu egoísmo.
Miedo a seguir acortando los límites de mi isla.
Miedo a mis posibles adicciones.
Miedo a la decadencia de mi creatividad.
Miedo a mi falta de talento.
Miedo a sufrir de nuevo una aparición como la suya.
Miedo a que tú desparezcas.
Miedo a mi equivocada práctica de la amistad.
Miedo. Y esta vez no se me ocurre ningún "buen" final, solamente siento miedo y la necesidad de estar contigo de una u otra manera..pero todo parece indicar que no sabré de ti hasta mañana..o quizás no. Sabes bien cuánto miedo me produce la incertidumbre de la "última vez"...
Daniela
21/01/08