miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ultra-Viole(n)ta


De nuevo en las rodillas. Mareada, mojada, lejos.
¿Y qué pensaste? ¿Que las revelaciones no tienen precio?
Mira tú, mira tú. Que tus preciadas premoniciones te dejaron de recuerdo el dolor. Se esfumó la alegría, se agotó la posibilidad, gone gone gone, en un abrir y cerrar de ojos se enciende la licuadora cósmica y te deja un batido caótico de desilusión, desorden, preguntas huérfanas de respuesta, ma-les-tar.
Lo sé, todo se junta. Siempre sucede y ya no me sorprende... como tampoco me sorprende que siga creciendo la lista negra de personas que algunas vez significaron tanto para mí y de las que ahora sólo parezco conservar recuerdos distantes y fosilisados. Ah.
Ahí va la planeación, ahí va el premeditado pecado, ahí va la tranquilidad paterna, ahí va la felicidad materna, ahí van las profundidades de mis hermanos, ahí va la fúngica instrospección, ahí va el polvoriento rescate, ahí va la rosada piel animal, la extraña inspiración, la vital aspiración. Ahí va todo eso y todo lo que falta mencionar. Ahí va. Mis inútiles lágrimas y yo nos despedimos. Hace tanto ya que el llanto dejó de ser terapéutico, hace tanto dejó de exorcizar. Se convirtió en motivo de consulta, en padrastro de vergüenzas, en corrosiva humedad.
Llueve con rabia, con afán, con aparente sed de destrucción. Tal parece que la noche no se siente mucho mejor que mi pulsátil ¿cabeza?
Y sin más...otro día para arrugar. Nada útil, nada 100% sincero, nada claro, nada bien.
"I'm really lucky underneath it all"
efe de Fuck.
Daniela
4/11/09

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