miércoles, 27 de abril de 2011

Y entonces, creí haber encontrado lo mejor de mí...
y te lo ofrecí de la forma más desinteresada, más pura, más abierta.
Si eso es un no, no hay nada más qué decir.

viernes, 22 de abril de 2011

En las cosas que no llegan cuando esperas de más...



Ay no...
No me mires más..ya no me mires más
Que todo me da vueltas, todo empieza a rodar
En mi cabeza el cazador se convierte en presa
Declaro el juego a tu favor...me declaro perdedor...

jueves, 14 de abril de 2011

Sana que sana


Mi casa se ha vuelto un hospital. Un típico hospital donde hay más enfermos que camas y donde las medicinas o no son suficientes o no son efectivas curando tanto malestar. En este hogar-hospital hay enfermos de años y de cansancio...hay enfermos de amor y de lujuria, enfermos mentales sin diagnosticar y enfermos de profunda tristeza. Por los pasillos descuidados deambulan enfermos de pubertad y frustración, enfermos de pobreza y mala suerte, enfermos de encierro y esquizofrenia. Hay fracturas en las piernas, almas infectadas, corazones funcionando más o menos. Hay esperanzas amputadas y sentimientos en cuidados intensivos. Está la vida enferma y la muerte muy encima. Hay sólo un doctor en potencia y en duda constante, un par de enfermeras obstinadas en exprimir hasta el último aliento de vida de un cuerpo agotado y marchito, el cuerpo de quien fundó, a fin de cuentas, la mitad de este hospital. Hospital de mujeres y de ruido. Se oyen llantos y lamentos, ladridos, máquinas de oxígeno, música, gemidos, voces extrañas, gritos y uno que otro "te quiero". Hacen falta más coraje y más abrazos terapéuticos. Hace falta más silencio y más espacio. Falta todavía soportar con gracia y salir victoriosos del caos absoluto de la muerte. Lo lograremos, verán. Este hospital, al fin y al cabo, tiene enfermos de huesos fuertes y dientes sanos que siempre encuentran de nuevo el camino de la sonrisa. Porque hay motivos y hay remedios.

Me voy a pasar ronda.


D

14/4/11