jueves, 28 de febrero de 2008

De iLógicos sobres



Recibí una carta en forma de rueda..o será tal vez una rueda en forma de carta? No lo sé.
Cuando me lo "prometió" aquella última tarde de cuadras repetidas, helados deliciosos e inofensivas revelaciones, pensé que no lo decía en serio. Pero me equivoqué.
Al abrir el sobre de aquella electrónica correspondencia, saltaron letras, hojas, bancas, estrellas, gotas de lluvia, confesiones, pasos, abrazos, alcohol, parques, anécdotas, serenatas, principios, finales, libros, manos, oscuridad, taxis, indecorosas propuestas, películas, risas, silencios...saltaron incluso algunos cuantos besos negados (con justa razón).
Extraño, muy. Lo sé y lo sabe.
Hermoso, así lo recuerdo.
¿Incompleto? A primera vista o mejor dicho dentro de aquel círculo temporal parecía que sí pero ahora creo que fue quizá eso lo que lo hizo tan especial.
Esa falta de corporalidad, esa escacez de compromiso fue lo que dotó de magia ese momento.
También yo quisiera pensar que usted y esa experiencia se sumarán a aquellas cosas que no se olvidan pero no podría asegurárselo porque justamente en este momento de mi vida veo con asombro cómo colapsan recuerdos que pensé que permanecerían casi intactos a pesar del paso del tiempo.
Aún así quiero que sepa que por ahora está presente, que aún es real incluso a pesar de las distancias y no me refiero únicamente a la geográfica. Tal vez no nos encontramos dentro de la realidad que usted quisiera pero supongo que ya quedó claro que mi realidad tira hacia otro lado y por eso no hubo, no hay y seguramente no habrá un "nosotros".
Yo lo disfruto así y me gustaría que usted también lo hiciera (a lo mejor ya lo hace).
Gracias, por todo. Gracias.
Daniela
28/02/08

miércoles, 27 de febrero de 2008

Soplo..pero no para pedir un deseo sino para alejar las expectativas


De casualidad entré a mi perfil y descubrí que mi blog está cumpliendo años..un añito completo ya..increíble.
No recuerdo exactamente cómo llegué a esta página ni por qué decidí abrir mi propio blog..pero lo hice y ha sido una experiencia bastante buena. Al principio sólo publicaba cosas, a mi parecer, interesantes: cuentos, poemas, canciones, textos...pero con el paso de los días me animé a publicar "creaciones" propias..un cuento...uno que otro poema y de resto ha sido todo muy cotidiano.
Entro aquí a desahogarme...a intentar plasmar mis ideas y emociones. Hay también algunas entradas que van dirigidas a personas específicas.
Definitivamente este lugar se ha convertido en una válvula de escape y creo que gracias a eso el mundo se ha visto más a salvo de mis caóticas explosiones.
Otra agradable sorpresa ha sido recibir comentarios de gente cercana e incluso de completos desconocidos. Me alegra mucho recibir las críticas e intento responderlas siempre. No deja de ser un incentivo importante para continuar escribiendo..para continuar abriéndome..aunque no se me hace para nada fácil y la gente que me conoce lo sabe bien.
En fin, sólo quería crear una entrada para dejar un registro..como todos los cumpleaños (jaja al menos los míos) este no ha sido muy alegre, ni muy celebrado..pero es un año entero que , por supuesto, no se va sólo y el que empieza seguramente estará lleno de Des-Agradables sorpresas..así que sólo me resta prometerme a mí misma que trataré de escribir un poco más seguido sobretodo como ejercicio para superar mi maldito problema de comunicación. Saludos ;)
Daniela
27/02/08

martes, 26 de febrero de 2008

"La gorda Raulito", "Todos los muchachos", "Avanti Morocha" y otros cuentos


Anoche pensé bastante en todo lo que pasó. Increíblemente ahora puedo sonreír mientras recuerdo o mientras creo recordar pues todo se ve distante e irreal, ni siquiera hay testigos que puedan corroborar esos recuerdos. Tal vez ese fue mi error.
Pero no, esta vez no quiero hablar de errores. Creo que tengo razón al pensar que las lágrimas nunca escapan solas. En tu caso, tanta agua salada ha ido arrastrando el dolor, el rencor, la impotencia, la confusión...bueno tal vez no del todo la confusión.
Me pregunto a veces si aún quisiera tener contigo esa última conversación que me negaste. Me pregunto también si de no haber perdido tus cartas tendría ahora el valor de leerlas. Y para mi sorpresa me respondo que sí pero creo que lo hago simplemente por orgullo o para salvar la reputación de mi supuesta fortaleza porque en realidad sé que no sacaría nada bueno de remover los escombros de un puente imaginario.
No lo creí posible al principio pero ahora veo con asombro que los sonidos, las imágenes, las palabras cruzadas entre tú y yo se vuelven cada vez más borrosas, más lejanas, más ajenas.
Aún así puedo recordar con increíble lucidez 2 noches.
Fue tal vez una de las noches más felices y reveladoras de mi vida, puedo sentir la temperatura del agua rodeando mi piel y la juguetona combinación: fría, caliente, fría, caliente...
Era una noche hermosísima. Mientras flotaba en silencio observé detalladamente el firmamento, puedo recordar perfectamente el brillo de aquellas estrellas, su posición. (Acabo de recordar tu anécdota en el lago y creo que al igual que tu experiencia esta que ahora relato me hizo amar un poco más el cielo). Recuerdo también el olor. Ese olor indescriptible del campo, ese olor que sólo se disfruta plenamente con los ojos cerrados intentando, ingenuamente, adivinar la composición de tan mágico aroma.
Ahí estuve yo esa noche y cuando al fin la soledad fue completa me acosté sobre aquel muro. El frío invadió inmediatamente todo mi cuerpo semi-desnudo pero el increíble calor que sentía por dentro terminó anulando por completo no sólo la temperatura externa sino cualquier otra distracción. Yo necesitaba pensar en ti, necesitaba con toda mi alma sentirte acostado a mi lado esa noche. Lo deseé, lo deseé como jamás había deseado nada hasta ese momento.
Al abrir los ojos supe lo que había pasado y no pude evitar regalarle a aquella mágica noche una tímida sonrisa. Recuerdo. Recuerdo mi pelo mojado humedeciendo la almohada. Y ese es el último recuerdo que conservo de esa noche.
Ironía.
La segunda noche, en cambio, la considero una de las más tristes de mi vida. En realidad no fue sólo una noche, fueron varias..pero mi conciencia ha decidido hacer una recopilación y comprimirlo todo en una sola noche: Esa noche.
Sigo sin entender por qué escogiste esa fecha. Si la escogiste por algo en especial o simplemente fue algo espontáneo.
Recuerdo mi día, recuerdo tus sauces, recuerdo mis lágrimas, recuerdo tu adiós.
Sigo sin entender la mayoría de cosas que ocurrieron en esas horas pero cada día pierdo más el interés por descubrir dichos misterios. Lo que me parece realmente increíble es haber olvidado la mágico-trágica fecha después de haberla tenido dolorosamente presente por tanto tiempo. He dejado de contar y el olvido ha sido generoso.
(Sonrisa.)
Daniela
26/02/08

lunes, 4 de febrero de 2008

Capitán Pirómano






Barcos de papel que intentaron encontrar un cruel final entre las llamas y terminaron ahogados bajo el peso de lo que debía mantenerlos a flote. O tal vez no fue el agua, tal vez lo que los hundió fueron las palabras escritas en ellos.

Ecos repetidos + avergonzados (y avergonzantes) dibujos = fatal desenlace.

Falsas o tal vez sólo crudas "promesas" de un futuro mejor.

Chispazo de positivismo que quedó sepultado bajo tres mástiles.

Y ahora, la semi-negra tinta se mezcla descaradamente con las olas de mi océano mental, dibujando extrañas figuras parecidas a las que dibuja en el suelo la sangre que sale a borbotones de un cuerpo apuñalado.

Rabia, un poco hacia ti...un poco hacia mí.. un poco hacia el mundo.

No tenía una razón verdadera para destruírlos pero tampoco tuve una razón al momento de escribir sobre y dentro de sus cuerpos, así que...qué más da?

Atrapados en una inmaculada red de plástico sus restos hallarán pronto un nuevo hogar, lejos de mi closet y más lejos aún de su inicial destinatario.

Sí, es una lástima pero no navegarán jamás entre tus dedos, tus bellísimos dedos. Así es la vida.

Un aplauso para la monotonía, dos porras para la muerte del encanto, 3 cachetadas para mis expectativas, cuatro...un cuatro de Febrero inundado de blancas esperanzas nacionales y mi, muy azul, melancolía...

Daniela

4/2/08