miércoles, 1 de septiembre de 2010

Acróbata

¿Con quién hablarlo? ¿Quién cumpliría los requisitos básicos para esta conversación? No se me ilumina.
Una cuerda floja que si se afloja demasiado te lanza de cabeza y sin remedio hacia el precipicio del fracaso emocional, hacia la más opuesta soledad. Pero mientras la cuerda mantenga cierta tensión, te permite pasear entre un espectáculo y otro. Delicioso vértigo el que se experimenta al dar la espalda a una adorada rutina y caminar en puntas felinas hacia otra. Porque no nos digamos mentiras. Cada uno una rutina. Con una que otra variante pero rutina al fin y al cabo. Pienso que el cálido abrazo de la rutina es indispensable para no enloquecer, para no perderse en la banal vagabundería. En fin. Me gustan pocos pero me gustan mucho. Me comprometo de lleno con uno y ese uno me tiene a su entera disposición. Los demás, cuando los hay, toman lo que queda en la mesa luego de negociar tácitamente. Que, por lo general, siempre quieren (queremos) lo mismo pero de vez en cuando la sacudida termina despertando otros demonios, esos que se interesan más allá, esos que me susurran al oído inoportunas preguntas, esos malditos demonios sedientos de ilusión y de problemas. Soy joven. Supongo que gran parte de mis conflictos internos se deben a la falta de experiencia y a que, como dices tú, sigo siendo muy ingenua. Ya aprenderé. Que he tenido buenos maestros pero también he tenido que lidiar con uno que otro cabrón que entorpece y dificulta el aprendizaje. Gajes del oficio. Por otra parte quisiera perfeccionar la técnica de mover simultáneamente el cuerpo y la mente. Es molesto cargar con un cuerpo zombie de aquí para allá y más molesto aún repartirse al mismo tiempo entre diferentes afectos.
En resumidas cuentas no me quejo..o me quejo poquito pero es mayor el bienestar, el beneficio. Yo elegí (¿lo hice?) darle la vuelta completa a mis principios, a mis opiniones y formas de actuar.... Y obligada a escoger profesión en este circo, decidí volverme acróbata de medio tiempo.

D
1/9/10

3 comentarios:

Ana María Mesa Villegas dijo...

Muy bonito! no sé qué te pone a escribir así... siempre escribimos para alguien, ¿no?, pero la inspiración que te trae me encanta!

Antoine Gerris Protevs dijo...

ud siempre tan inspirada, de donde saca la dosis? el pozo sin fondo de la eterna juventud?

Ratushka dijo...

:)