Sé que es cuestión de parpadeos para dejar de sentirte paseando por mi cuello. Sabina no se equivoca cuando asegura que por definición no puede durar. Y está bien. Aprenderé a las buenas o a las malas. Por ahora me entrego a una sobredosis de recuerdos. Me cachetea el absurdo y yo pongo con gusto la otra mejilla. Mejor no hablar de poner ni de verbos...que se me ocurren los más placenteros y prefiero no pensar mucho. Que no hay mucho qué pensar de todos modos, hacemos mejor sintiendo plenamente por un rato...si es que te suena el plural por unos días...si es que te suena la propuesta. Vamos a ver si tal vez tú me cumples esta fantasía. Vamos a ver.
1 comentario:
Este se me había pasado! Definitivamente nos tenemos que tomar el cafecito con leche del que hablamos!
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