viernes, 25 de febrero de 2011

Bonobo



Salí de práctica de semiología pediátrica en la galería y me recibió una tarde gris ratón. Todo me gritaba "vete pa la casa" pero reuní la fuerza de voluntad necesaria para cumplir con un compromiso personal e ir juiciosa al gimnasio. Mientras iba en la buseta empezó a caer un aguacero de esos que caracterizan a mi hermosa ciudad...creo que hasta granizo cayó. Me armé de valor, me bajé de la buseta y nadé hasta la puerta del gimnasio. Me cambié y, con los zapatos y las medias empapadas, me dispuse a hacer la respectiva rutina. Acabé muerta, no puedo pensar en una parte del cuerpo que no me duela en este momento....pero es rico, me gusta estar haciendo ejercicio de nuevo.
Me vine a mi casa, me di una larga y merecida ducha caliente y luego me envolví únicamente con una de esas cobijas, peluditas y deliciosas, como de bebé. Me recosté en mi cama a comerme una chocolata con almendras y a oír Bonobo en medio de la oscuridad y el silencio. Momento de pura y simple felicidad que tuve que interrumpir para pararme a cancelar un compromiso porque realmente no quiero salir hoy de mi casa. Tengo hambre también y nada me haría más feliz que una noche de pasta y vino tinto, de porro y buena música. Creo que finalmente no cumpliré ninguno de esos antojos y que terminaré en la cocina con mi mamá, comiendo pan caliente con chocolate, lo cual no está para nada mal.
Feliz noche.


D
25/2/11

5 comentarios:

Ana María Mesa Villegas dijo...

¡Mi viernes también está así de feliz como el tuyo! : ) Hoy, ni aunque me llamara Mark Ruffalo a decirme que se muere por verme, salgo de esta casa.

(Me da mucha risa que nadaras hasta la puerta del Gym)

Susana dijo...

Mi viernes no estuvo así, pero hoy no quiero salir a buscar rumba a la calle. Un domicilio, una cervecita y un baño caliente muy largo van a ser mi noche

Ratushka dijo...

Esta es la vida que nos merecemos en noches como esas:
http://dearhome.tumblr.com/post/2861952668/bath-desk

♥Adictalcafeh♥ dijo...

¡Qué delicia de viernes! Yo estudié tooooooodo el día, me acosté como a las 9 y dormí como angelito hasta el otro día... Cuando el señor despertador me hizo levantar a clase de 8. Jajaja!
¡Un abrazo!

Ratushka dijo...

¡Yo tuve que madrugar a clase de 7! inhumano el asunto pero bueh... :)